Asesinato
El 26 de noviembre de 2001, Derek, acompañado de Alex, mató a golpes a su padre con un bate de béisbol de aluminio. Luego, los niños prendieron fuego a la casa de la familia, en Cantonment, Florida (cerca de Pensacola) con la esperanza de ocultar su crimen. Ricky Chavis, un amigo de la familia, fue declarado culpable de ser cómplice del asesinato después de que escondió a los niños en su casa rodante después del asesinato y les lavó la sangre de la ropa. Chavis también fue acusado de abusar sexualmente de Alex King, pero luego fue absuelto (de hecho, después de que la policía arrestara a los niños, encontraron el diario de Alex en el ático. En él, confesaba su amor por Chavis). Terry King tenía 40 años en el momento de su muerte.
Los muchachos afirmaron que cometieron el asesinato para terminar con el "abuso mental", incluido ser azotados de manera asidua. Cambiarían su testimonio varias veces, primero afirmando que habían asesinado a su padre por su cuenta, luego que Chavis los había convencido de matar a Terry y finalmente que Chavis había matado a Terry King y los convenció de que asumieran la culpa. Alex también testificó que había tenido una relación sexual con Chavis. Chavis fue absuelto de abuso de menores en un juicio separado.
Juicio
En un movimiento poco convencional, la fiscalía juzgó tanto a Chavis como a los hermanos King por el mismo delito. Chavis fue absuelto y, aunque se obtuvo una condena por asesinato en segundo grado para los hermanos King el 6 de septiembre de 2002, el juez desestimó la condena porque creía que se había violado el derecho de los niños al debido proceso. La acusación y la defensa resolvieron el caso en mediación, evitando un nuevo juicio. Ambos hermanos se declararon culpables de asesinato en tercer grado en noviembre de 2002.
Impacto
El caso King recibió una gran atención de los medios e inspiró mucha polémica. Se publicó un libro titulado "A Perversion of Justice: A Southern Tragedy of Murder, Lies and Innocence Betrayed" que argumenta que los niños eran inocentes. En respuesta a las acusaciones hechas en el libro, David Rimmer, fiscal estatal adjunto del estado de Florida declaró: "Siempre habrá gente que crea que Derek y Alex son inocentes. Al igual que siempre habrá gente que crea que Michael Jackson es inocente". Rimmer continuó argumentando que el caso presentado por los autores del libro, Kathryn Medico y Mollye Barrows, era ingenuo y que "tal vez nunca entiendan" la verdad.
Encarcelamiento
En 2002, Derek King fue sentenciado a ocho años de prisión, mientras que Alex recibió siete años. En 2005, Alex King (entonces de 15 años) fue acusado de intentar escapar de la prisión juvenil en la que estaba encarcelado.
A la edad de los 18 años, Alex King fue puesto en libertad el 9 de abril de 2008, después de cumplir seis años por su participación en la muerte de su padre. Derek King fue liberado a la edad de 20 años el 7 de marzo de 2009, luego de cumplir siete años por su papel.